La Fundación Esplai premia a Ana Pujol por su lucha contra la brecha digital
Ana Pujol, voluntaria de Diversitas, ha sido galardonada con el Premio Fundación Esplai a la Ciudadanía Comprometida 2022, en la categoría de “Voluntariado contra la brecha digital”. Ana lleva más de 10 años impartiendo el curso de Competencias Digitales y ayudando a romper esta barrera que sigue afectando a tantas personas en España.
Este premio destaca la labor, invisible muchas veces, que llevan a cabo las personas voluntarias. El caso de Ana trasciende a Diversitas, ya que colabora con otras entidades sociales y tal y como reconoce, desde pequeña se ha presentado como voluntaria para todo.
Ignacio Sangüesa, Presidente de Diversitas, destaca que “las personas voluntarias, para una entidad como la nuestra, son pepitas de oro que debemos guardar como tesoros, cuidar, motivar e incorporar a nuestra misión con todo lo que nos aportan”.
Define a Ana, que nos ha acompañado desde el principio, como “una persona de platino, proactiva, alegre, práctica, contagiando a personas usuarias y profesionales, su alegría de vivir y su enorme facilidad de diagnóstico real de todas las situaciones”.
VOLUNTARIADO DIVERSITAS
En Diversitas contamos con una gran red de voluntarios que nos ayudan en áreas tan variadas como la odontología, la abogacía, informática, psicología. Pero también incluimos el ocio entre las actividades y programas que se desarrollan en Diversitas.
El “PROGRAMA DE INTEGRACIÓN SOCIAL A TRAVÉS DEL OCIO” pretende cubrir las necesidades de ocio y diversión de las personas que acuden a Diversitas, incorporando actividades que logren una atención integral de las mismas, desde la visión compartida de todas aquellas que conforman el grupo, coordinadas por nuestra voluntaria Noelia Martín. Se trata de diferentes visitas culturales y de ocio que se combinan con encuentros en la sede de la Fundación Diversitas donde se ponen intereses en común, y se planifican el resto de las actividades.
Noelia destaca como una de sus motivaciones el «relacionarme con las personas de una manera más cercana y horizontal» revalorizando lo cotidiano y entendiendo la importancia que tiene el «ir a tomar un café y simplemente hablar de nuestras cosas». La actividad no es el fin en sí mismo si no «un medio por el cual los/las participantes del grupo de ocio tenemos una excusa para juntarnos y compartir nuestras historias y sentirnos escuchadas/os».