La situación de personas mayores y la vivienda
Siguiendo con la semana de la Toma de Conciencia del Abuso y el Maltrato en la Vejez, que se celebra el próximo 15 de junio, abordamos ahora la situación de las personas mayores y la vivienda.
En el imaginario colectivo pensamos que las personas mayores han conseguido a lo largo de los años tener una vivienda estable y que incluso, son estas personas mayores las que pueden hacer de sostén de familiares en situaciones de pérdida de vivienda.
En el Programa Compartiendo Casa, Compartiendo Vida participan personas mayores cuyo principal problema radica en el ámbito de la vivienda. En este tiempo hemos identificado realidades muy distintas a esa idea que teníamos sobre la situación de las personas mayores en relación con la vivienda.
- Han finalizado su contrato de alquiler y no encuentran otra vivienda que puedan alquilar debido a sus bajos ingresos o al edadismo existente en la sociedad. Y que dificulta a las personas de edad el poder acceder a una vivienda del mercado libre.
- Personas que, teniendo una vivienda en propiedad, han rehipotecado su vivienda o han avalado a sus familiares, para que pudieran mantener la suya. Llegando a situaciones de impago y sufriendo procedimientos de desahucio.
- Personas mayores que residen en infraviviendas o viviendas con problemas de habitabilidad. Estas personas mayores no cuentan con los recursos suficientes para poder hacer frente a las reformas. No hay una respuesta por parte de la propiedad de la vivienda si figuran como inquilinos o una respuesta adecuada por parte de la Administración que les ayude a llevar a cabo estas reformas.
Las personas mayores se sienten maltratadas por la administración cuando existen una problemática de vivienda y su única alternativa es acceder a una plaza de residencia. Que, en ese momento, no desean y si la solicitaran, la adjudicación de plaza se dilata en el tiempo.
De tal forma que las problemáticas que genera el hecho de no contar con una vivienda adecuada se agudizan. Estas problemáticas son las siguientes, según el informe “Cuando la casa nos enferma. La vivienda como cuestión de salud pública” elaborado por Provivienda (2018):
SALUD SOCIAL Y EMOCIONAL
- Soledad no deseada.
- Malas relaciones con el vecindario
- Carencia de redes de apoyo social
- Aislamiento social
SALUD FÍSICA
- Patologías cardiovasculares
- Síntomas de alergia
- Enfermedades infecciosas
- Síntomas neurológicos
- Enfermedades crónicas
- Síntomas y patologías respiratorias
- Lesiones
SALUD PSICOLÓGICA
- Problemas emocionales.
- Abuso de sustancias
- Problemas conductuales
Eva Cuadrado, responsable de Compartiendo Casa, Compartiendo Vida considera fundamental que “desde las entidades sociales acompañemos a estas personas para poder buscar alternativas, siendo conscientes de que la salida es complicada. En este sentido el trabajo en red es fundamental y tener en cuenta el modelo de las Housing Associations.”
¿Qué haremos por ti?
Desde la Fundación Diversitas apostamos por mejorar las condiciones de habitabilidad de personas mayores a la vez que intervenimos en todos los ámbitos con el objetivo de mejorar su calidad de vida